Los principios básicos de Mensajes de fe en tiempos difíciles
Los principios básicos de Mensajes de fe en tiempos difíciles
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Tener Certeza es tener la plena seguridad de cobrar lo que se retraso; es estar convencidos de la ingenuidad de cosas que no vemos.
Él incluso nos recuerda la importancia de ser firmes en nuestra Confianza y no renunciar a ella en presencia de el rechazo de las personas.
Esto significa que debemos ser firmes en nuestra Certidumbre y no renunciar a ella frente a el rechazo de las personas.
Hablaremos más acerca de la soberanía de Dios más Delante en la clase, pero baste para decir que un estímulo que recibimos en medio del sufrimiento, un «ancla del alma» como señala el autor de Hebreos, es que Dios no se sorprende por el sufrimiento y él no comete errores.
El poder transformador del texto bíblico para el servicio a Dios: Claves para aplicarlo en nuestra vida diaria
Jesús quiere que sus discípulos sean astutos como serpientes pero sinceros como palomas para sobrevivir en un mundo hostil y perverso. Ser astuto les ayudará a guarecerse física y espiritualmente, mientras que la sinceridad los mantendrá auténticos y transparentes en sus relaciones con otros.
La continuación de predicar el evangelio en medio del sufrimiento aún nos recuerda la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo entre los creyentes.
“Luego, habiendo sido justificados por la Seguridad, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Dios, por medio de quien aún hemos obtenido entrada por la Seguridad a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la empíreo de Dios” (Romanos 5:1-2)
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La enseñanza de Jesús sobre continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento es una citación a la valentía y la Convicción inquebrantable.
Su sufrimiento se convierte en un acto de bienquerencia y misericordia que trasciende el dolor físico y nos ofrece una esperanza eterna.
Diez ángeles en el gloria retuercen sus manos, cubren sus rostros, retuercen sus cuerpos y abren sus bocas en silenciosa congoja. Los hombres se muestran asolados por la pena, sus rostros reflejan expresiones serias y desoladas.
A posteriori llamó here a la Parentela y a sus discípulos y les dijo: El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Miren, quien quiera exceptuar su vida la perderá; pero el que pierda pierda su vida por mí y por el Evangelio se exceptuará”